miércoles, 13 de octubre de 2010

conciertoencanto


Un jueves del mes de mayo del 2004 estrené en una cafetería de Tarragona mi espectáculo CONCIERTO ENCANTO. De eso hace ya más de seis años. En este tiempo el espectáculo ha crecido mucho, mucho y ha ido marcándome sus propias reglas, haciendo de mí un mero vehículo, el conductor de una locomotora que se dedica a echar madera y más madera para que el pequeño monstruíto corra como un gamo. Al principio tenía tantas dudas que ordenaba los temas cronológicamente o con la ayuda de las cartas del Tarot (!). Si me hubieran dicho hace diez años que yo iba a cantar y tocar el violonchelo en un escenario, juro que le hubiera hecho reparar la bola de cristal a la pitonisa. Recuerdo que me daba incluso vergüenza cantar yo solo en cualquier ocasión, acostumbrado como estaba a hacerlo acompañado de mis amigos de Die Palmiëren, el quinteto vocal-instrumental que surgió de Petits Músics, la orquesta desvencijada, pero genial que dirigía mi maestro (no sólo de música) Joan Picornell.


Lo de aquí arriba es el cartel que diseñó mi amigo Iván Martinez (el alma pater de Don Simón i Telefunken, con quienes estuve tocando y haciendo el pandi durante cuatro años en Tarragona y el espacio sideral). El cartel fue inicialmente para un jueves del mes de mayo, no consigo recordar cuál y tampoco tengo documentos que lo acrediten, pero sí recuerdo que en el camerino de marionetas de Port Aventura y con la inestimable ayuda de Macarena y su máquina de coser de bolsillo, me hice unos pantalones y un blusón que recordaban vagamente algún vestir oriental (pretendidamente japonés). El cartel sufrió una remodelación (un vulgar tapado cartulinero, cortaypega de verdad de la buena) y posteriormente decidí que aquella iba a ser la imagen mía y/o del espectáculo. Ahora tengo más pelo, pero puedo asegurar que el retrato era tan fiel, que en una ocasión me sirvió de credencial para retirar un paquete certificado en correos ya que lo habían enviado a Pau de Nut y en mi DNI pone otra cosa, claro (¿cómo decirle a un empleado de correos que tú eres tú cuando tu DNI dice otra cosa?).

El caso es que aquél espectáculo que nació gracias a la versión que el propio Lou Reed hizo del I'll be your mirror de la Velvet Underground, lleva más de seis años dándome de comer y proporcionándome más placer que todas las tabletas de chocolate del mundo juntas. Por darme, hasta me ha dado un compañero para amar y correr con él por el mundo. Este domingo repito. Con mucho gusto.

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